Una de las metodologías que desarrolla la mejora continua de los procesos es Six Sigma, que se centra en reducir y eliminar los defectos o fallos en los procesos.
El objetivo de Six Sigma es conseguir detectar 3,4 defectos por millón, es decir, cualquier desperfecto que presente el producto o servicio y que no logre cumplir los requisitos del cliente.
Controlar el rendimiento mediante la reducción de la variabilidad en los procesos de la empresa. Esa es la premisa básica que subyace a la técnica Six Sigma, una de las más conocidas y popularizadas dentro del tejido productivo por sus enormes impactos en la cuenta de resultados y la satisfacción tanto interna como de los clientes.
Índice de Contenidos
Breve historia de Six Sigma
Six Sigma fue implantado por primera vez en Motorola en el año 1987, gracias al empeño del ingeniero Bill Smith (1929-1993) como una estrategia de negocios y mejora de la calidad. Posteriormente sería mejorado por General Electric y acabaría englobado como una evolución de las teorías de calidad TQM (Total Quality Management), SPC (Statistical Process Control) y del Ciclo PDCA de Deming.
Six Sigma constituye un modelo de gestión de calidad que también se conoce como DMAIC, siglas de las palabras en inglés: define, measure, analyze, improve y control. En español: definir, medir, analizar, mejorar y controlar.
Fases del proceso Six Sigma
Definir
Se procede a definir el proceso o los procesos, que serán objeto de evaluación por parte de la dirección de la empresa. También se define el equipo de trabajo que realizará el proyecto. Finalmente, se definen los objetivos de mejora.
Medir
Es importante entender el estado actual del problema o defecto por el que atraviesa el proceso objeto de mejora. Cada parte del proceso es clasificada y evaluada, identificándose las variables relacionadas con el mismo y se procede a medirlas.
Analizar
Se analizan e interpretan los resultados de la medición, contrastando la situación actual con el historial del proceso. Es aquí donde podemos averiguar las causas del problema.
Mejorar
Se realizan las acciones que se consideren necesarias para mejorar el proceso.
Control
Se aplican las medidas necesarias que garanticen la eficacia y continuidad del proceso, el mismo que será adecuado a los nuevos objetivos.
¿Cómo ayuda Six Sigma a tu empresa?
A la hora de implantar el Six Sigma en tu empresa, hay que cumplir con el ciclo DMAIC. Son las cinco fases por las que debe pasar el proyecto, así que empezamos por la fase de definición.
En ella hay que definir el proceso o procesos que se evaluarán por parte de la dirección de la compañía, la definición del equipo de trabajo encargado de llevar a cabo el proyecto y la definición de los objetivos de mejora.
Para poder medir hace falta comprender el estado actual del problema o defecto por el que pasa el proceso objetivo, de modo que cada parte el proceso se clasifica y evalúa. En este punto se deben identificar las variables relacionadas con el proyecto y se miden. Con estas mediciones pasamos a la fase de análisis, donde se analizan e interpretan estos resultados. Hay que hacer una comparativa entre la situación actual y el historial del proceso, de modo que podremos averiguar las causas del problema existente.
Ahora que conocemos el origen de ese problema pasamos a la fase de mejora, donde se llevarán a cabo todas las acciones que se crean necesarias para la mejora del proceso. Por último, llegamos a la fase de control. Aquí se aplican las medidas necesarias para garantizar la eficacia y continuidad del proceso, que también se adaptará a los nuevos objetivos.
Paralelamente a este ciclo DMAIC, se han desarrollado otras metodologías derivadas del proceso Six Sigma con el mismo objetivo: reducir los defectos para ofrecer un producto o servicio de la máxima calidad posible. Hay dos de estas alternativas que destacan por encima del resto.
Literalmente cualquier compañía puede beneficiarse del proceso Six Sigma. Diseño, comunicación, formación, producción, administración, pérdidas, etc. Todo entra dentro del campo de Six Sigma. Pero el camino no es fácil. Las posibilidades de mejora y de ahorro de costes son enormes, y el proceso requiere de compromiso de tiempo, talento, dedicación, persistencia y, por supuesto, inversión económica.
También te puede interesar: ¿Qué es un diagrama de flujo de proceso?